A los colombianos los asustan con el socialismo

Por: Ricardo Robledo

Si usted tiene dos calzoncillos se le expropia uno y usted se queda  con el otro; si tiene uno sólo, usted los usa un día y alguien al siguiente; si su casa tiene tres piezas y son cuatro miembros en la familia, en la tercera pieza se le van a acomodar dos indigentes, porque el objetivo son dos moradores por habitación. A eso reducen el socialismo los periodistas de la derecha.

Marx escribió tres gruesos volúmenes del Capital, para llegar a esa conclusión tan simple. Además de la participación de numerosos estudiosos que han hecho aportes a lo largo de la historia. ¡ Qué bobada haber gastado tanto papel !.

Nada de humanismo, de la teoría del valor, del tiempo socialmente necesario, de trabajo vivo y de trabajo muerto, de capital variable y capital fijo, de fetichismo de la mercancía, de infraestructura ni superestructura, de modos de producción, de relaciones de producción, de la alienación del trabajo, de economía política, de materialismo histórico ni materialismo dialéctico –para no mencionar la plusvalía que produce tanta picazón-. Aunque muchos de estos conceptos no son originales de Marx, les dio otra vitalidad.

Quien no ha leído el libro o ni siquiera ha tenido un capital en dinero en sus manos, que reflexione, que no trague entero; quien no está informado, no debería tener derecho a hablar; no opine sobre lo que desconoce para no hacer el ridículo.

Esa es la caricatura que algunos le presentan al pueblo colombiano queriendo manipularlo,  como si toda  la gente fuera estúpida y careciera de capacidad de interpretación; se sienten que pueden pensar por los demás y que es su deber explicarles los objetivos de la política de oposición. Es cierto que tan pintorescos comentarios calan en algunos sectores de la población, sin importar su escolaridad. Pero lo más curioso y lamentable es que son generados por personas que han ocupado altos cargos, claves en la dirección del país. Unos lo hacen por simple ignorancia, otros porque su formación de derecha los obnubila y apenas alcanzan a emitir babaza y babosadas; pero principalmente lo hacen como estrategia mediática para proteger sus intereses y privilegios, manipulando a la población, a la que se creen superiores.

Otra de las estrategias de manipulación de masas es generar noticias para impactar. Así se  difunde en los periódicos, el privilegio que tiene el país como poseedor de páramos; luego se le dice al candidato que contrata, que en la rueda de prensa se le preguntará sobre el tema;  los demás serán cogidos de sorpresa y de esta forma se ridiculizan y anulan competidores, reduciendo a polvo sus propuestas; luego los analistas políticos se encargarán de  definir por los medios, cuál de los aspirantes  conoce al país y cuáles no. También propagan que se disparan en el norte de  la capital del país, el robo de relojes Rolex, indicando que su precio supera los 33 millones; luego ponen en la mano de Rodrigo Londoño –Timochenko-  en un omelette de prensa y huevo, uno de oro plata avaluado en más de 35 millones. Ahí ya tienen tema para impactar a la población, atacarlo y sacar todo tipo de comentarios, contradicciones, inconsecuencias, faltas de coherencia y advertencias; la conclusión es: socialistas que viven como burgueses.

Hay que alertar sobre la peligrosa relación que están creando entre Venezuela y el ELN; a la vez que van acorralando al proceso revolucionario bolivariano, buscan una justificación para un enfrentamiento con las fuerzas de derecha de Colombia y posteriormente una intervención del imperialismo en ambos países. Que no jueguen con candela; una aventura militar sería nefasta para la región y de consecuencias impredecibles; lo único claro es que el pueblo colombiano pondrá los muertos; nunca, la oligarquía. Buscan crear en América Latina otro conflicto al estilo Siria para derrocar al gobierno venezolano y apoderarse del petróleo, sin importar los desplazamientos de poblaciones ni los miles de muertos ni la destrucción de las familias; tal como lo están fomentando ahora.

Dentro de todas estas acciones de reducción al ridículo, olvidan que el fetichismo de la mercancía –tema tratado por Marx- hace ver como una relación entre cosas (usar zapatos caros) lo que es una relación entre personas. A un modo de producción lo define la relación que hay entre los medios de producción y los productores. En el capitalismo, los dueños de los medios de producción emplean la mano de obra barata de los campesinos y refugiados, una vez despojados y desplazados, mientras toman posesión de las tierras abandonadas y llenas de recursos; al campesino, otrora independiente y autosuficiente sólo le queda su mano de obra para subsistir. En el decir de los zapatistas, el capitalismo es despojo, explotación, humillación y represión.

El capitalismo ya carece de altura histórica –sus cuentos ya pocos se lo creen- el esplendor de su ideología ya no atrae, su modelo ya no puede garantizar ingresos a la población, su soporte intelectual está de retirada, su modelo ya ha sido superado; su proyecto epistemológico ya está cuestionado; a lo largo de su existencia sólo ha podido desarrollarse sobre crisis humanas que involucran cada vez a mayores cantidades de población. Sólo puede vivir de la guerra y de la destrucción. El país debe estar preparado para la caída del capitalismo y tener respuesta a las grandes necesidades de alimentación, vivienda, salud y educación de la población, así como de evitar enrolarse en guerras imperialistas fratricidas que sólo le dejarán, hambre, pobreza, desolación y muerte.

De lo que se trata en el socialismo es de la nacionalización de los grandes medios de producción que son estratégicos para un país, como lo son los relativos a la energía, la salud, la educación, la producción de alimentos, los servicios públicos, el subsuelo y sus riquezas, que pasan a ser propiedad de toda la población –no de unos cuantos a los que se les han privatizado a bajo costo, los bienes ya construidos con los recursos de la nación-. No se trata de calzoncillos, ni de gallinas, ni apartamentos, ni pequeñas propiedades, ni industrias. Ni de quitar para dar a los que no trabajan. Se trata de una sociedad más Humana que habrá de ser definida y construida por el conjunto de la sociedad para el bien común. No puede ser capricho ni obra de unos cuantos. Depende de condiciones históricas y sociales que no se pueden eludir. Esto se propone porque se parte del supuesto que el ser Humano lucha incansablemente por la libertad.

El momento para Colombia, es la lucha por el establecimiento de un estado de derecho, en una república democrática, no oligárquica ni corrupta, civilizada en su forma de hacer la política, en donde se establezcan los principios de la Modernidad en sus conceptos de ciudadano, democracia y Nación, con soberanía. No de socialismo porque éste corresponde a una decisión democrática de la población y porque las relaciones sociales de producción no se cambian por capricho ni por decreto, son el resultado de desarrollos humanos, sociales, políticos y económicos de largo peso y complejos para hacerlas verdaderas.

Colombia es un país tan particular que los que quieren la paz, son atacados y señalados de violentos y aquellos que la rechazan quieren ser vistos como “los buenos”,  soportes de la moral y protectores de la sociedad.

Febrero16 de 2018

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.